sábado, 29 de agosto de 2015

Línea del tiempo de las olas migratorias

Siempre fuimos globales. El hombre desde sus orígenes pensó desde la totalidad territorial. La historia de la humanidad es la de una reyerta por la supervivencia y supremacía de una especie sobre las demás: reproducirse, crecer y expandirse. En la historia contemporánea esto se traduce en sistemas coloniales, imperialistas, geoeconómicos y geopolíticos. Nuevos medios que fueron propagándose de forma rauda y virulenta por todo el planeta. Por tanto, se podría señalar que la historia del hombre comienza a narrarse desde su movilidad; de las formas de circulación por el mundo. A partir de su apropiación de la tierra, expansión de los reinos, la circulación por los mares, las rutas celestes, los intercambios de monedas, las aduanas comerciales, los flujos de datos, la confrontación Este/Oeste, Norte/Sur, e incluso la tensión establecida entre el choque de civilizaciones de Huntington (1997) y el fin de la historia planteado por Fukuyama (1992)[1].
     El fenómeno globalizador no es nada nuevo, por el contrario, ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad y se ha manifestado en diferentes fases y olas que podrían sintetizarse de la siguiente manera:


[1]El debate conflictual entre Fukuyama y Huntington radica en que el primero mantiene una postura triunfalista sobre el capitalismo occidental, así como de la democracia y de los derechos humanos, mientras Huntington, por el contrario, fundamenta la decadencia  de occidente; una declinación que genera una mayor heterogeneidad confluyendo en importantes conflictos entre civilizaciones.

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